La Eutonia
El cuerpo "acusa recibo" de los estados emocionales. Aprendiendo a equilibrar nuestras tensiones podemos lograr sentirnos más plenos, evitando el estrés como sobrecarga.
¿Qué es la Eutonía?
La Eutonía, es una disciplina de abordaje corporal, tanto pedagógica como terapéutica, que toma el conocimiento del propio cuerpo como "motor de búsqueda" para ir adquiriendo un buen uso de sus estructuras, y la capacidad de fluir entre niveles de "tensión óptima", es decir, que se adecúen a las necesidades del individuo, en relación a cada actividad cotidiana. Es por eso que se diferencia de las técnicas de relajación pura, ya que lo que adquirimos con su práctica es a transitar por la amplia gama de matices tónicos de los que deberíamos disponer para el desarrollo de nuestras potencialidades.
Un "buen tono", es aquel que permite una dinámica de adaptabilidad y flexibilidad que reaccione, vibre, y pulse acorde a nuestro deseo en cada situación y circunstancia de la vida.
Lo contrario es un "tono rígido" que quede anclado en mucha tensión (hiper-tono) provocando dolores, contracturas, dificultad en el movimiento, o un tono muy bajo (hipo-tono), sensación de poca fuerza, desgano, cuerpo pesado.
Sabemos la estrecha relación que existe entre el funcionamiento tónico muscular, las actitudes posturales, los procesos psíquicos y las emociones. Dado que la musculatura siempre es "telón de fondo" de las emociones, el cuerpo desde su lenguaje y sus códigos anuncia o denuncia, se queja, a veces grita desde el dolor, otras se acoraza a modo de protección ante situaciones no placenteras. También se anestesia, llegando a perder capacidad expresiva. En momentos de placer, se expande, no duele, lo sentimos ágil y libre en sus movimientos.
Esta pedagogía nos permite una sutil escucha hacia los mensajes que de él nos llega, y ofrece recursos para operar en cada situación.
TERAPIA DE LA EUTONIA
¿Cómo se practica?
La experiencia, parte de un aprendizaje vivencial, puede ser grupal o individual, y toma como guía las sensaciones y la percepción, en un proceso de auto observación que conduce a la toma de conciencia de las reacciones corporales y su relación con los estados afectivos y emocionales de la persona
A través de propuestas verbales , el eutonista invita a reconocer como cada uno registra su cuerpo: las sensaciones de la piel y las estructuras óseas, las nociones de volumen y tridimensionalidad, el modo en que el cuerpo está en contacto con apoyos, ya sea del suelo, pared o silla. Este "inventario" inicial pasando revista a las distintas partes es el punto de partida para la tarea: ¿Qué sensaciones físicas y emocionales llegan hoy a la conciencia?, ¿en qué estado global cada uno se encuentra?, ¿hay nivel excesivo de tensión en alguna zona?, ¿cómo está la movilidad?, ¿qué está pidiendo hoy el cuerpo?
También se exploran las posibilidades de movimiento consciente, organizadas a partir de la "solidaridad" de las distintas partes preparadas para la acción, utilizando un tono justo.
Lo interesante de la tarea no está dado por la cantidad de veces que se repite un ejercicio, sino por la calidad de la ejecución: no es cuánto hago, sino cómo lo hago.
Dado que el trabajo no es imitativo, es decir no se muestra lo que hay que hacer, cada alumno indaga en su interioridad de acuerdo a su deseo o posibilidad, tornándose sensible y responsable de su búsqueda y fomentando su independencia .
Es válido lo que cada uno va registrando aceptando la subjetividad del alumno o paciente, es por eso que las respuestas son valoradas en su dimensión personal. Así, cada uno se contactará con las texturas, consistencias, sensaciones de peso y volumen acorde al momento propio.
También el eutonista puede trabajar con sus manos en contacto con una parte del cuerpo del alumno o paciente, a través del "toque eutónico". Este modo de tocar no invasivo ayuda a mostrar que está pasando en esa zona tocada.
El toque eutónico, activa el campo energético, ayuda a regular el tono, mejora los niveles de circulación en la zona, y también da sostén. Las manos del eutonista, entonces, se transforman en un espejo que da apertura a una mirada interna transformadora, a una nueva conciencia, corporal.
Estar consciente sintiendo, observando y tomando cada información que proviene del universo interno, permite restituirle a la persona su capacidad sensitivo-perceptiva, poniéndola en contacto consigo mismo sin excluirse de lo que recibe del medio externo: estar dentro y fuera de uno, reafirmando el "Yo Corporal". Cuando me refiero a lo corporal, integro al cuerpo anatómico y su psiquismo.
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