Problemas de comunicacion

En demasiadas ocasiones nos vemos involucrados en problemas por no hablar suficientemente claro. Conoce cuáles son las barreras de la comunicación y lo que debes hacer para evitar malentendidos

Tan difícil es entenderse? Parece que sí. ¡Cuántas relaciones de pareja se rompen por falta de co­municación! Dices una cosa, pero te entienden otra totalmente diferente. Hablar el mismo idioma no siempre es garantía de entenderse bien, ya que ni siquie­ra las palabras a veces tienen el mismo significado para dos personas distintas; depende de la experiencia de cada uno o las circunstancias puntuales.

Dominar el lenguaje

Todos conocemos ejemplos de per­sonas que manejan la comunicación como un verdadero arte y que gra­cias a ella han conseguido mucho éxito. Tienen carisma y saben trans­mitir sus ideas de manera tan eficien­te que consiguen que la gente haga lo que ellos desean. Aunque la mayo­ría no nacemos con ese don, sí que podemos mejorar nuestro discurso y llegar a comunicarnos sin problemas. Pero ¿qué es comunicarse bien? Es algo tan sencillo como saber mane­jar el discurso de forma que el men­saje llegue bien a los destinatarios.Y aunque así formulado parece fácil, no debe de serlo cuando a menudo nos encontramos con situaciones incó­modas en las que no sabemos si no nos explicamos o simplemente los demás no nos entienden.

Como resolver los problemas de comunicacion

Los ruidos de la comunicación

Xavier Guix en su libro M me explico, ni me entiendes analiza las interferen­cias más importantes que se produ­cen durante el proceso comunicati­vo. Dar las cosas por supuesto a me­nudo nos juega malas pasadas, querer tener razón y hablar sin decir nada son algunas de las conductas que no ayudan a que nos entendamos. Pero, además, hay otras circunstancias que dificultan este proceso. Por ejemplo, las personas que hablan excesivamente rápido o muy bajo, se tapan la bo­ca al hablar, gesticulan excesivamente o padecen tartamudez, esconden en realidad miedos, inseguridades y mu­chas exigencias, tres elementos que aparecen frecuentemente y que, aun­que no los verbalicemos, se desen­mascaran en nuestras relaciones. En el lado opuesto están las personas que saben utilizar las palabras adecuada­mente y que son capaces de transmitir sin distorsionar el mensaje. Por supuesto, en este último caso es más fácil que haya armonía en las relacio­nes que establecen.