Masajes Do-Im

El Do-Im es un automasaje, cuyo fin es provocar en el organismo la armonía, poniendo al hombre en re­lación con el universo y sin­tonizándolo con el Infinito.

Definido como un medio de reunificación de todas nuestras potencialidades, su esencia consiste en disolver la energía bloqueada, lle­vándola donde se precisa, y su punto de partida es que en definitiva, el hombre es energía.

La técnica de trabajo se ba­sa fundamentalmente en pos­turas o ejercicios y masajes de relajacion (de palpación generalmente y a veces con martilleos).

El desarrollo del tan - tien (zona del vientre a la altura del ombligo en las mujeres y en los hombres dos dedos por debajo aproximada­mente) resulta imprescindi­ble en esta técnica ya que es el centro vital de donde parte la energía y donde se concentra de nuevo. Este centro no lo es sólo de la asimilación, sino que tam­bién lo es de la memoria y del equilibrio en todos sus niveles (mecánico, mental y psíquico).

Como paracticarse los masajes Do-Im

La práctica se ha dividido convencionalmente en tres partes, aunque lo cierto es que después se unifican constantemente:

1. Manipulaciones (que dis­tribuyen la circulación ener­gética)

2. Tomas de Chi ó k (a tra­vés de respiraciones y movi­mientos).

3. Recentrado de energía (en el Tantien).

Los efectos generales que se perciben prácticamente de inmediato (tres meses máximo) son la estimula­ción de la vida de los órga­nos y la prevención de en­fermedades, además de ser­vir como sistema de diag­nóstico.

La sesión consta de:

- Meditación (generalmen­te en postura de seiza o za-zen).

- Saludo (combinado con respiración abdominal).

- Masaje (se efectúa con el dedo bien derecho pero sin ninguna rigidez y desprovis­to de objetos metálicos).

- Encadenado (uniendo to­das las partes del cuerpo de forma seguida).

Como el shiatsu, el estu­diante no busca un efecto concreto en un momento determinado (aunque puede usarse para este fin), sino lo que en su esencia se escon­de: la capacidad de conectar al hombre con el Infinito.